Teniendo presente que nuestro país se encuentra ad portas de una nueva elección presidencial y que el próximo 17 de diciembre los ciudadanos y ciudadanas tendrán la responsabilidad de elegir entre los dos candidatos que deben enfrentarse en segunda vuelta, la Asociación Nacional de Magistrados se hace el deber de manifestar a la opinión pública lo siguiente:

Nuestra Constitución Política, en su artículo 13°, establece que “Son ciudadanos los chilenos que hayan cumplido dieciocho años de edad y que no hayan sido condenados a pena aflictiva. La calidad de ciudadano otorga los derechos a sufragio, de optar a cargos de elección popular y los demás que la Constitución o la ley confieran”.

De esta forma, el derecho a sufragio está garantizado constitucionalmente para todo/a chileno/a mayor de 18 años que no haya sido condenado/a a pena aflictiva; esto es, a una pena de 3 años y un día hacia arriba de privación de libertad. Todos/as aquellos/as chilenos/as que han sido condenados a penas de hasta 3 años y todos aquellos privados de libertad, cuyos procesos están en tramitación, sin condena aún, mantienen su calidad de ciudadanos/as y su derecho a sufragio permanece intacto. Tal derecho ciudadano, garantizado constitucionalmente, ha sido por lo demás reconocido por la Excma Corte Suprema en fallos recientes.

Considerando que en la primera vuelta el referido derecho constitucional no fue viabilizado por los órganos del Estado, como son el Ministerio de Justicia, el Servicio Electoral y Gendarmería de Chile, estimamos necesario hacer un llamado especialmente a esas autoridades a posibilitar y facilitar su ejercicio por quienes que no están en posición de ejercerlo por si mismos, atendida su situación de privación de libertad.

En el camino de perfeccionar día a día nuestra democracia, no podemos ignorar a aquellos que tienen este derecho reconocido constitucionalmente, sólo porque se encuentren condenados o sujetos a la medida cautelar de prisión preventiva, ya que no existe mejor ejemplo de una democracia madura que la expresión “un hombre, un voto”, que representa un ideal al que debemos aspirar y que no puede verse imposibilitado por la sola circunstancia de encontrarse en imposibilidad fisica de dirigirse a su mesa a emitir su voto.

Santiago, 11 de diciembre de 2017.-